sábado, 23 de mayo de 2020

POESÍA PARA LA ESPERANZA (XXIX)

La imagen puede contener: planta y exterior
Henri Matisse, Ramo de flores en la terraza, 1913.
Al final de la tarde
las últimas estelas se detienen
en la pared de cal,
accidentes, cenizas.


En los ojos entonces los paisajes
suenan como lacados
y hasta parecen lágrimas,

tan suavemente llegan.


Hablo de mí porque temo a la muerte
desnuda de las cosas
y que la muerte venga a esta azotea

a quedarse en la calma y el silencioso valle.

Como en su vaso el té moruno y verde
o el viejo libro que abierto está a su lado
han conseguido ser dueños de su quietud,
y en su quietud

igualarse a los astros que van en vastas órbitas,
como ese viejo libro y ese vaso de té,
recuerda este lugar y este momento.

Un día llegará en que te preguntes
¿de ti, de mí, qué fue de todo aquello?,
y de los ojos

ya no vendrán palabras.

Andrés Trapiello

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