Jorge Oteiza, Virgen Dolorosa |
6. Disponibilidad. La “escucha del duelo” no tiene ni día ni hora; no se programa ese encuentro, sino que el amigo o familiar
tiene que estar disponible las
veinticuatro horas
del día y todos los días, al menos en las fechas próximas a la muerte, a recoger los miedos, angustias, las culpas o temores del superviviente.
del día y todos los días, al menos en las fechas próximas a la muerte, a recoger los miedos, angustias, las culpas o temores del superviviente.
7.
Empatizar, pero sin
ser invadido por la angustia
del otro. Debemos ser “el paño de lágrimas”,
pero sin que la angustia del otro nos atenace
e invada de tal manera que nos incapacite
para mantener un mínimo equilibrio,
que nos permita una adecuada ayuda.
8.
Es más sano “recordar en paz” que olvidar. Incluso
cuando la relación con el difunto
haya sido tumultuosa, no es bueno intentar
poner un tupido velo sobre esas experiencias
negativas, sino que debemos esforzarnos
por repasar de forma auténtica las biografías
cruzadas con las sombras, pero
también con las luces, que
siempre podemos repescar. El
contemplar conjuntamente el álbum
familiar puede servir como instrumento para
reencontrarse con el verdadero vínculo con
el finado.
9. La
importancia del “nosotros”. Cada persona tiene una forma específica de manifestar su duelo y tiene su tiempo para elaborar una muerte, lo que es evidente es que un clima
de solidaridad y de amor será catalizador
positivo para curar la herida.
10. Pedir ayuda. El duelo es un proceso normal pero a
veces se complica: se alarga en
el tiempo (meses o años) o
bien aparecen conductas
patológicas: adicción a la
bebida, ideación suicida, una depresión
clínica o el contrapunto, una
fase maniaca. En cualquiera de esas
circunstancias hay que pedir ayuda
a un experto en duelo.
Estas
diez sugerencias se resumen en dos:
1.
Debemos procurar dar una respuesta auténtica y personal, dejando que hable más nuestro corazón que nuestra
mente
2. En la “escucha del duelo” debemos pensar (escuchar) más al otro que a nosotros mismos.
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